El Papa Benedicto XVI llega a Twitter. El pontífice, de hecho, creó su propia cuenta en la red social, Twitter, la plataforma de micro-blogging a través de la cual difundir las partes importantes de sus discursos y el habitual Angelus del domingo.
El Vaticano lo que demuestra una vez más es no querer hacer caso omiso de la tecnología, después de los incidentes recientes en los que ya había visto el Papa tiene la última situación de la industria por sus características, como una tableta de Android para encender el árbol de Navidad de Gubbio.
Las primeras pruebas se iniciaron ayer en el sitio Pope2You con el Mensaje de Cuaresma de Benedicto XVI dividido en 40 diferentes tweets. Obviamente (o quizás no) la figura del Papa no es más que simbólica, porque la cuenta de hecho, se administra en su totalidad por monseñor Claudio Maria Celli, con el apoyo de expertos de la industria. Este es el comentario del Presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales en una entrevista con Radio Vaticano:
Abrimos el sitio Pope2yo, dedicado a los jóvenes, desde hace algunos años. Para Navidad, nos ofrecieron la posibilidad de los reflejos de la Tierra Santa. Este año, hemos decidido poner en marcha en Twitter el Mensaje del Papa para la Cuaresma. Con la ayuda del Pontificio Consejo Cor Unum también optaron por pequeñas frases pensando que podrían ser una manera de sensibilizar a los jóvenes para el mensaje.
La iniciativa, fue aprobada por el Papa en persona, y claramente tiene como objetivo acercar a los jóvenes al cristianismo a través de los idiomas más comunes y tecnológicos utilizados en estos días.
El "tweet" se puede expresar de otra manera, ser redistribuido, planteado y disperso. Esto recuerda la imagen del Evangelio: la semilla de mostaza, que, esparcida en el suelo hizo la producción de arbustos, donde hasta los pájaros pueden descansar. En este caso, nuestro deseo era el siguiente: para hacer uso de las nuevas tecnologías, el Mensaje del Papa para la Cuaresma podría resonar en términos generales, podría llegar a los corazones de los jóvenes, y fructifican en sus corazones.
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